Los espárragos son uno de esos ingredientes que, cuando se preparan correctamente, pueden elevar un plato sencillo a una auténtica delicia. Hoy te traemos una receta que combina lo mejor de los espárragos con el sabor suave y cremoso de las patatas: la crema de espárragos y patatas. Este plato es ideal para los amantes de las sopas cremosas y de las comidas reconfortantes, perfectas para compartir en familia o para disfrutar en una ocasión especial.
Para preparar esta deliciosa crema, necesitarás los siguientes ingredientes:
Preparar los espárragos
Comienza lavando bien los espárragos frescos bajo el grifo. Luego, corta la parte inferior más dura de los tallos (aproximadamente 2-3 cm) y desecha esa parte. Trocea el resto de los espárragos en pedazos medianos, reservando las puntas para la decoración final del plato.
Pelar y cortar las patatas
Pela las patatas y córtalas en cubos pequeños. Las patatas son el ingrediente que le dará cuerpo y suavidad a la crema, por lo que es importante que estén bien cocidas para que se integren fácilmente en la textura final.
Cortar la cebolla y el ajo
Pela y corta la cebolla en trozos finos. Haz lo mismo con los dientes de ajo. La cebolla y el ajo aportarán un sabor aromático y suave a la crema, complementando el sabor delicado de los espárragos y las patatas.
Sofreír los ingredientes
En una cacerola grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríela hasta que esté suave y translúcida, aproximadamente 5 minutos. Luego, agrega el ajo picado y cocínalo por unos minutos más, asegurándote de que no se queme.
Cocinar las patatas y los espárragos
Una vez que la cebolla y el ajo estén listos, añade los trozos de patata a la cacerola. Revuelve bien para que se impregnen de los sabores. Después de un par de minutos, añade los espárragos (excepto las puntas que reservaste) y cocina todo junto durante unos 5 minutos más, removiendo ocasionalmente.
Añadir el caldo de verduras
Vierte el caldo de verduras en la cacerola hasta cubrir completamente las patatas y los espárragos. Deja que la mezcla llegue a ebullición, luego reduce el fuego y deja que se cocine a fuego lento durante unos 20 minutos, o hasta que las patatas estén completamente cocidas y los espárragos estén tiernos.
Licuar la sopa
Una vez que los ingredientes estén cocidos, retira la cacerola del fuego. Con la ayuda de una licuadora de mano o una licuadora tradicional, tritura la sopa hasta obtener una textura suave y cremosa. Si prefieres una consistencia más ligera, puedes añadir un poco más de caldo de verduras.
Añadir la nata
Devuelve la crema licuada a la cacerola a fuego bajo y añade la nata para cocinar. Remueve bien para que se integre con el resto de los ingredientes. Cocina la crema durante unos 5 minutos más, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue en el fondo de la cacerola.
Ajustar los condimentos
Prueba la crema y ajusta la sal y la pimienta al gusto. Si te gusta un toque más picante, puedes añadir una pizca extra de pimienta negra recién molida. Recuerda que la clave está en realzar los sabores naturales de los espárragos y las patatas.
Decorar y servir
Para un toque final, saltea brevemente las puntas de los espárragos que reservaste en una sartén con un poco de aceite de oliva, hasta que estén tiernas pero crujientes. Sirve la crema caliente en platos hondos y decora cada plato con las puntas de espárragos salteadas y un poco de perejil o cebollino fresco picado por encima.
Caldo casero: Para un sabor más profundo, puedes preparar tu propio caldo de verduras casero con zanahorias, apio, cebolla y hierbas. Esto le dará a tu crema un toque más natural y casero.
Versión sin nata: Si prefieres una versión más ligera, puedes omitir la nata y reemplazarla por leche vegetal o simplemente ajustar la consistencia de la sopa con el caldo de verduras.
Espárragos congelados: Si no tienes espárragos frescos a mano, los espárragos congelados también funcionan perfectamente en esta receta. Solo asegúrate de descongelarlos y escurrir cualquier exceso de agua antes de añadirlos a la cacerola.
Los espárragos son un ingrediente delicado que aporta un sabor suave y ligeramente terroso a la crema. Para asegurar que conserven todo su sabor y color, es importante no sobrecocinarlos. Además, al reservar las puntas de los espárragos y saltearlas al final, no solo añades una decoración atractiva al plato, sino también una textura crujiente que contrasta maravillosamente con la suavidad de la crema.
La crema de espárragos y patatas es una receta perfecta para aquellos que buscan un plato reconfortante y sabroso, pero fácil de preparar. Su textura suave y cremosa, combinada con el sabor delicado de los espárragos, la convierte en una opción ideal tanto para una comida ligera como para un primer plato en una ocasión especial. ¡Anímate a prepararla y sorprende a tus seres queridos con su delicioso sabor!
Espero que esta receta se convierta en una de tus favoritas para disfrutar en cualquier momento del año, y que puedas personalizarla según tus gustos y preferencias.
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